
Debía ser así, con la histórica exhibición de un tipo en un instante de irrefrenable dulzura, como se quebrase este Real Madrid vencedor de la EuroLiga tras 11 victorias sucesivas. El Palacio se rindió a Kyle Guy, un francotirador para enamorarse, 7 triples en la segunda mitad, 30 puntos a fin de que el Joventut no se baje de la nube, la revelación de estos playoffs que birla el factor cancha a los blancos.